En el Sur, empiezan a subir
las temperaturas luego de un largo invierno. Se viene el verano y las
vacaciones. Salidas al campo, días de playa, paseos al parque, campamentos y
colonias. Las actividades al aire libre serán la norma.
Hemos consultado a la Especialista
en Cuidado de la Piel, Dra. Zulay Rivera @drazulayderma, Dermatóloga de niños y
adultos con experiencia en Fotodermatología, sobre el cuidado para la piel en
esta época.
Zulay nos explica que en los
niños debe extremarse la fotoprotección. En primer lugar, porque desarrollan actividades
al aire libre mucho más importante que los adultos. Y en segundo lugar, porque el principal factor de riesgo del
cáncer de piel es la radiación ultravioleta (RUV), sobre todo aquella radiación
adquirida durante la infancia.
Comenta Zulay que el cuidado
de la exposición solar en los niños puede disminuir potencialmente la
incidencia del cáncer cutáneo.
Entre los
factores que favorecen una mayor susceptibilidad de la piel infantil se
encuentran el fototipo y otros factores genéticos, así como los hábitos de
exposición en las 2 primeras décadas de la vida. Es importante destacar que los
niños se exponen al sol tres veces más que los adultos y que antes de los 21
años han recibido entre el 50% y el 80% de toda la radiación solar que
recibirán a lo largo de su vida.
Estrategias de fotoprotección
Indica la especialista que
las estrategias de fotoproteción deben estár centradas en la reducción del
tiempo global de exposición al sol, especialmente en las horas del mediodía. Incluye
también todas aquellas medidas que se pueden instaurar como costumbres para
proteger a la piel de la agresión producida por la exposición solar: exposición
indirecta, la protección con ropas, gorros y gafas solares y el uso de
fotoprotectores o llamados bloqueadores solares.
Ropa como protección del sol
El efecto protector de la
ropa depende principalmente del material.
El tipo de fibra y el color (colores más oscuros transmiten menos RUV)
también influyen. El nylon, la lana, la seda y el poliéster tienen mayor
protección que el algodón y el lino. El uso de sombrero confiere foto
protección para la cara y el cuello, sobre todo el de ala ancha. Los lentes de
sol, de buena calidad, protegen los ojos
y áreas vecinas de los daños de las RUV y por lo tanto previenen el desarrollo
de cáncer de piel y otros efectos producidos por la exposición crónica a las
RUV, por ejemplo cataratas. La sombra producida por edificaciones y árboles
disminuye la radiación directa de los UV, aunque la protección que se ofrece
depende de la refracción de ésta en las diferentes superficies.
Protectores solares
Los filtros en forma de
emulsión en aceite con principios activos inorgánicos parecen ser los más
seguros para los niños, aunque se requiere la adición de algunos filtros
orgánicos para obtener un FPS 50. La oxibenzona y probablemente el octocrileno
son filtros que deberían evitarse en los fotoprotectores pediátricos. Es
importante que el producto contenga filtros contra las radiaciones UVA,
radiación que está presente durante todo el día y es la responsable
principalmente de la quemadura solar. A
la hora de buscar en los productos debemos verificar si tienen el signo
aprobado por la “Sociedad de Cáncer de piel Europea y Americana” que se mide
por una regla de cruces (+).
La consulta con un
dermatólogo pediatra es esencial para determinar los riesgos de exposición al
sol según el tipo de piel de cada niño.
Hidratación
Como vital, destaca la
dermatólogo, es de suma importancia la hidratación de la piel y la ingesta
abundante de líquidos, frutas frescas y
vegetales porque ayudan a mantener la
piel hidratada, tanto en niños como en adultos.
Los padres son quienes deben
procurar todas estas medidas de protección en los niños y enseñarles hábitos
saludables de fotoprotección.
Colaboración:
Dra Zulay M. Rivera P.Caracas, Venezuela
Adaptación de textos: Equipo #TeamMamiinmigrante