miércoles, 25 de enero de 2017

Tres Pasos para cambiar tu Mente

Cuando @techmoms me envió este escrito, sin dudarlo, supe que lo teníamos que compartir. Ella lo vio enfocado hacia la experiencia migratoria, tal y como lo comenta, la publicación original va dirigida al área empresarial pero definitivamente también aplica a la maternidad en general.

Leyendo un post de agilecoaching.com.ar me encontré con 3 pasos para cambiar tu mente, y aunque el post estaba dirigido al área empresarial y profesional no pude evitar compararlo con el proceso migratorio aplicado a toda la familia.

Y es que sobre este proceso, es indiscutible que rigen:
1. El Principio de Incertidumbre, extrayendo y parafraseando parte del post:

Nassim Taleb habla en varios libros sobre la incertidumbre, y su teoría se ha aplicado al impacto que tiene en todos los ámbitos de la vida: financiero, laboral, social, tecnológico y cultural. Solemos descartar las situaciones poco probables, y sin embargo, cuando ocurren y las analizamos en retrospectiva, los eventos alrededor nos daban la clave de que eran aún posibles, y de hecho se materializaron.
Seth Godin lo plantea diciendo: estamos desprevenidos. Nunca vamos a estar completamente preparados para todos los eventos. Por más que hagamos planes, siempre puede ganarnos alguna jugada la incertidumbre; simplemente porque cuando hacemos algo por primera vez es impredecible el resultado, y estamos a merced del fracaso.

Entonces nos preguntamos: ¿Qué hacemos?

  • Desprevenido no significa paralizado. Si aceptamos la incertidumbre podemos mantener nuestra mente abierta para cuando suceda lo inesperado y actuar estratégicamente. 
"Esperar lo inesperado, es señal de un espíritu profundamente moderno". Oscar Wilde
  • Cuestionemos las creencias: quizá hay algo más allá de lo conocido, tal vez nuestra experiencia necesite renovarse, o nuestras herramientas sean obsoletas para enfrentarnos a la indeterminación. Cuestionemos la seguridad de lo conocido y arriesguémonos a apostar por lo nuevo. 
  • Soltar la ilusión de control: Admitir que no conocemos todas las variables nos ayudará a pedir ayuda y confiar.
  • Ampliar nuestras competencias: Las relaciones fundadas en la inteligencia emocional y comunicación efectiva prevalecen sobre las habilidades técnicas. Las conexiones son de ida y vuelta, y siempre los que las alimentan son humanos: nosotros aportamos valor.
  • Definir cuánto estamos dispuestos a perder: en tiempo, costo o alcance. Tener una visión global de las expectativas y variables involucradas nos dará la pauta para separarla en objetivos posibles, objetivo mínimo y objetivo deseado.
2. FeedForward: -Piensa hacia adelante- Averigua qué puedes mejorar. Se basa en metas, nos ayuda a recolectar opciones para el futuro, planificar una renovación y producir un cambio siendo conscientes de que esa "debilidad" es parte de nosotros.

3. Explora y escala tus resultados: Sigue creciendo.

Y algo que considero importante agregar es:

4. No abandones tu lado espiritual:
Antoine de Saint-Exupéry, autor del famosísimo libro El Principito, y gran aviador que se alistó en la marina francesa durante la Segunda Guerra Mundial, en un período particular de su vida, escribió esta bella oración al señor para pedirle un regalo raramente invocado: aquel de la sencillez y de la fidelidad tranquila y serena en las pequeñas decisiones de cada día.
No pido milagros y visiones, Señor, pido la fuerza para la vida diaria. Enséñame el arte de los pequeños pasos. 
Hazme hábil y creativo para notar a tiempo, en la multiplicidad y variedad de lo cotidiano, los conocimientos y experiencias que me atañen personalmente. 
Ayúdame a distribuir correctamente mi tiempo: dame la capacidad de distinguir lo esencial de lo secundario. 
Te pido fuerza, auto-control y equilibrio para no dejarme llevar por la vida y organizar sabiamente el curso del día. 
Ayúdame a hacer cada cosa de mi presente lo mejor posible, y a reconocer que esta hora es la más importante. 
Guárdame de la ingenua creencia de que en la vida todo debe salir bien. Otórgame la lucidez de reconocer que las dificultades, las derrotas y los fracasos son oportunidades en la vida para crecer y madurar 
Envíame en el momento justo a alguien que tenga el valor de decirme la verdad con amor. 
Haz de mí un ser humano que se sienta unido a los que sufren. Permíteme entregarles en el momento preciso un instante de bondad, con o sin palabras. 
No me des lo que yo pido, sino lo que necesito. En tus manos me entrego. 
¡Enséñame el arte de los pequeños pasos!

Todo aplica para la vida familiar, la toma de decisiones, emprender o emigrar.

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