sábado, 11 de noviembre de 2017

Emigrar estando Embarazada. Consideraciones Básicas Antes de emprender el viaje




Mi decisión de emigrar embarazada


Al enterarme que estaba embarazada, uno de los primeros pensamientos que se vino a la cabeza fue "ahora si tenemos que irnos". 

Emigrar en Venezuela siempre es un tema que iba y venia, pero para mí el saber que estaba embarazada fue determinante.  Lo difícil y complicada que estaba la situación con la escasez y altos costos de productos para bebés era una de las tantas cosas que me preocupaba, pero que mis hijos crecieran en ese ambiente donde usar captahuellas ya era normal me ponía la cabeza cuadriculada. Con mi primer hijo hice colas y compré en el mercado negro (año 2014) pero la situación para mi segundo bebé (año 2016) era insostenible, no era viable pasar el día entero en una cola, teniendo que trabajar, con un niño pequeño y que todo el sueldo se fuera en colegio.


Migración responsable

Teníamos muy claro que la emigración tenía que ser planificada en forma responsable, por nuestra tranquilidad y por nuestros hijos.  El mayor desafío fue tener un soporte financiero suficiente, para respaldar además de todo lo común, añadirle el embarazo y el parto. Para el momento en que queríamos irnos, no teníamos el dinero pero igual fuimos haciendo investigaciones y organizando papeles por si se nos presentaba la oportunidad. Estaba haciendo todo sin estar seguro que nos iríamos.  En Argentina tenía a una amiga y a mis mejores amigos.  Ellos me ayudaron a entender casi todo el panorama, pero como ninguno era padre tuve que seguir buscando y ahí me encontré con la red de Mami Inmigrante  @maminmigrante quienes me aclararon la mayoría de las dudas y dieron ideas respecto a viajar con un niño. 


Entre las tantas investigaciones que hice busqué doctores que trabajaban con parto respetado, que era mi interés, y en agua. Era importante para mi contar con un médico con esa línea de trabajo, así que conseguí a varios y les escribí vía correo.  Todos respondieron y estuvieron dispuestos a atenderme.


Aún en Venezuela, un día en una cola tomamos una decisión que lo cambió todo. En el trabajo de mi esposo estaban ofreciendo "cajitas felices", que son planes de liquidación con beneficios extras, y decidimos tomarla por los potenciales planes de emigrar que teníamos, aún sin tener la certeza que lo haríamos. Ya con un soporte financiero y papeles en regla, iniciamos la cacería de los pasajes. Por el embarazo sabía que tenía tres semanas máximo para viajar sin problemas porque ya estaba con la panza de 25 semanas. Y por cosas del destino, al día siguiente de la negociación en la compañía conseguimos pasajes para dentro de tres semanas, justo el tiempo límite para viajar. Llamé a mi esposo y sin pensarlo mucho, los compramos porque se trataba de un precio ganga. Justo al colgar la llamada de la compra, comencé a llorar, no podía creerlo, me iba del país, mi mamá, mi hermana, mis perros, mi casa, todo quedaría allá y yo tendría que comenzar de nuevo y embarazada. Fue un susto como ningún otro pero al final, más era el miedo de quedarme que comenzar de nuevo.




Preparar todo en 3 semanas

En tres semanas tuve que hacer maletas, mil exámenes médicos, renunciar a mi trabajo, arreglar mi apartamento, mis carros, pedir dinero prestado, alquilar un departamento en Argentina, cuadrar adopción de mis perros, tuve que dejar todo listo en tiempo record y no tuve tiempo ni de ponerme triste de tanto que había por hacer. Salí del país aún con pendientes que quedaron a cargo de las abuelas. Pensar en tener a mi bebé sin mi mamá y sin su apoyo era inconcebible, por lo que a los días de comprar nuestros pasajes, compramos uno para mi mamá cerca a la fecha de parto. 

A la semana de haber llegado a Argentina tenía una cita con el gineco-obstetra que le había escrito desde Venezuela.  Era un médico maravillos,  pero al sacar cuentas de lo que nos costaría todas las consultas y el parto privado, las cuentas no daban para irnos por ese plan.  En ese momento me sentí muy confundida y entré en crisis  ¿qué iba a hacer? ¿con quién me iba a atender?  El plan que tenía en la cabeza de lo que sería mi parto se me vino abajo, me bloqueé tanto que lo dejé pasar unos días.


A los días, retomé el plan de busqueda de información y empecé a investigar e hice una tabla con todos los presupuestos que me daban las empresas de medicinas prepagas, particulares y hospitales, versus el presupuesto que disponíamos para gastar con sus respectivos pros y contras. Muchas personas me explicaron y me dieron información valiosa para esa tabla. Al final, nuevamente el grupo de apoyo de @maminmigrante de Mami Inmigrante, me dieron el dato clave para mí y gracias a eso pude cumplir un esquema semejante a lo que pensé sería mi parto. 






Desde el momento en que llegué hasta que logré tener todo definido, pasaron como cuatro semanas  que fueron de mucha angustia pues uno de mis grandes retos era mantenerme fuerte por mi bebé. Lloraba a cántaros para luego hablarle a la panza y decirle que no era su culpa. No fue fácil pasar por ese tiempo de incertidumbre cuando viene un bebé en camino, había momentos en que pensaba que daría a luz en un autobús. Mi mamá y mi esposo eran mis mayores apoyos. A mi mamá la llamaba todos los días y a veces llorando de manera desconsolada.  El desahogarme me ayudaba para drenar y luego seguir.


Me enfoqué en la razón por la cual me vine y  sabía que en Venezuela nuestra situación sería aun más difícil, sobre todo porque toda la familia cercana que me quedaba había emigrado en ese tiempo. Recordaba lo importante que era la calidad de vida que quería para mi familia y cuando veía a mi niño en un parque jugando tranquilo, se calmaban todas las angustias. Solía enfocarme en lo que podría hacer aquí que no podía hacer en mi país, algo tan básico como imaginarme caminar tranquila en la calle me ayudaba. 


Al final cuando miro en retrospectiva, todo salió súper coordinado y si bien el plan de mi cabeza no se cumplió a cabalidad, todo se resolvió de la mejor forma posible.  El trabajo preparación fue intenso, pero valió la pena.




Consideraciones Básicas Antes de emprender el viaje


Por experiencia propia, sé que emigrar embarazada puede ser muy angustiante. Se generan miles de dudas y no sabemos cómo terminará todo. Acá te cuento las opciones o alternativas para tener a tu bebé en la Argentina, según tu presupuesto y tus preferencias.


Lo primero que debes tener listo, si ya es un hecho que emigras estando embarazada, es un archivo con todos los estudios y exámenes que te has realizado durante la gestación, un informe médico donde se explique cómo ha sido la evolución del embarazo, y una constancia de tu medico tratante, indicando que puedes viajar sin problemas.


Investiga con tu medio de transporte (aerolínea, línea de autobús) los requisitos de viaje para mujeres embarazada y si haces escala, es importante saber si hay alguna vacuna o recaudo que pidan en ese país. Cuál es el límite de embarazo permitido, si necesitas informe del médico tratante y si tienes que llenar un formulario extra.


Realizar una investigación sobre el sistema de salud del país de llegada es mandatorio.  Conocer de antemano las opciones, los costos, la generalidad del proceso, te permitirá llegar con una idea y luego podrás verificar y validar la información.  Esto te permitirá tener una idea previa de lo que encontraras y disminuirá tus ansias por llegar a todo un sistema nuevo.


En el caso de Argentina, a diferencia de Venezuela, son pro-parto y existe la Ley de Parto Respetado (Ley de Parto Humanizado Nº 25.929  y su reglamentación -decreto 2035/2015-). Si deseas realizarte una cesárea y no tienes una condición médica que así lo requiera, es probable que inicialmente te induzcan el parto antes de ir a una cesárea, sobre todo en entidades públicas.  Es importante tener claro esto, porque las cesáreas programadas no son por elección.



Mi experiencia


Llegar embarazada a un país desconocido sin tener ningún tipo de estabilidad, definitivamente pone los nervios de punta, absolutamente todo es una gran incertidumbre. ¿Dónde pariré? ¿Quién será mi doctor? ¿Cómo nacerá mi bebé? ¿Respetarán mi parto? Son algunas de las incógnitas que pasaron por mi mente.


Particularmente mi experiencia final fue grata pero antes de llegar a tener todo listo vivía angustiada y estresada. Deposité todos mis temores en mi esposo, mi madre y una doula que contacté. Llegue a Argentina con 5 meses de embarazo y un buen control previo.


Desde Venezuela había contactado a un gineco-obtetra que me recibió para hacerme controles por vía particular. Debido al alto costo de las consultas y presupuestos de las clínicas, investigué todas las opciones y finalmente pagamos un plan de salud en el Sanatorio Güemes, el cual se adaptaba a un presupuesto que habíamos establecido y a las expectativas que tenia para mi parto (tenía como premisa que mi esposo me pudiera acompañar en todo el proceso y tener alojamiento conjunto con mi bebé).


Mi propósito era un parto respetado, así que pasé todo mi trabajo de parto en casa, y luego me fui a la centro. Algo a lo que me tuve que adaptar fue a parir con el doctor de guardia. Toda su atención fue muy buena y hasta dejaron a mi esposo cortar el cordón, aun así nunca dejé de exigir mis derechos como la compañía de mi esposo para ir a sala de partos. Fue difícil estar sola recién parida mientras mi esposo hacía papeleo y a la bebé la revisaban en neonatología; yo me encontraba sola y temblando, lo que hacía era respirar con intensidad, rezar y repetirme que todo estaría bien. Sin embargo, luego de todas las experiencias vividas, puedo decir que valió la pena.


      A ti, mujer embarazada que emigras, te hago las siguientes recomendaciones:

1)    Prepárate: no olvides traer todos los exámenes de embarazos previos o del que llevas en curso. Es importante que des a conocer todo tu historial médico. Presupuesta lo que consideres para el embarazo, el parto y el recién nacido.

2)    Infórmate: busca cuáles son los centros de salud (públicos y privados) más cercanos a tu domicilio y visítalos, siempre toma éstos en cuenta como primeras opciones. Pregunta todo lo que se te pase por la mente. Si antes de viajar ves a un doctor por la web que te inspire “feeling”, escríbele un correo electrónico, así podrías llegar a un nuevo país con un ginecólogo que te atenderá tan pronto llegues.

3)    Haz un plan de parto: anota tus preferencias de lo que quisieras en tu parto, pregunta en el centro de salud y a tu gineco-obstetra qué tan factibles son para llevarlas a cabo. Es una buena base para comenzar.

4)    Evita comparar: mantén la mente abierta, asiste a las charlas que ofrecen algunos doctores y puericultores para que te empapes de todo lo nuevo. Quizás hay cosas que querías y que no podrán ser; o simplemente en Venezuela las cosas se hacen diferente.

5)    Busca apoyo: siempre recurre a tu compañero de vida, pasan tantas cosas por nuestras cabezas que no es fácil manejarlas sola. Hay doulas, puericultoras y psicólogas especializadas para atender a mujeres embarazadas, si puedes visítalas, busca una de tu confianza y conversa tus miedos y dudas.

6)    Concéntrate: no olvides las razones por la cual emigraste. Haz una lista y repásala cuando la angustia se apodere de ti. Intenta buscar clases de yoga, eso te ayudará. Ten mucha fortaleza emocional. Cuando sientas que no das más, repítete “yo puedo con esto”.


Es importante que tengas claro que fuera de Venezuela, seguramente no tendrás el apoyo y contención, como el que tenias en tu país natal y siempre evalúa la situación de que no podrás trabajar por varios meses y eso quizás afecte el presupuesto.


Un dato que no está demás comentar es que el día del parto te lleves todos los papeles de tu historia médica y control, tus documentos originales y recibos de pago en caso de que apliquen.



Valentina, 28 años.
Ing. Químico.
@mamantinas


La responsabilidad de las opiniones expresadas en los artículos y colaboraciones firmados incumbe
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consentimiento de los autores.

3 comentarios:

  1. Ante todo, felicitaciones al equipo MamiImigrante por su extraordinario trabajo. El artículo de Valentina, así como el resto de los artículos publicados, representa un gran esfuerzo digno de elogio por tratarse de mamis que sacan tiempo de sus múltiples labores diarias y nocturnas para poder escribir esas líneas. Con toda seguridad, su valioso aporte es de gran utilidad para parejas y familias que emigran a distintos países. Felicitaciones Valentina! Espero que escribas otros artículos...

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  2. Mil bendiciones y que esta inmensa experiencia te servirá de ejemplo y temple para continuar amiga, yo deseo regresara aargentina , puesto que estuve hace 1 1/2 solo q no era ´para quedarme y ahora si tomé la decisión de partir, soy madre soltera y con 2 niños una de 14 y otro de 6 , me gustaría que tanto tú como todas las integrantes del grupo maminmigrantes me orientaran y me dieran referencias en cuanto a conseguir un espacio para alquilar para mis hijos y mi hermanan y su bebe de 2 añitos , agradeciendo lo que sepan y tengan para desde ante que finalice el año yo ir gestionando desde aqui. a su vez, fuí robada y por ahora lo única herramienta que cuento son los correos y el instagram para comunicarme

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  3. Hola, excelente esa informacion que suministraste Valentina me gustaria contactarme contigo, algun correo? Saludos!

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